Pocas empresas adoptan un enfoque estructurado para reducir el desperdicio de alimentos.

Una nueva encuesta global de DNV revela que, aunque seis de cada diez empresas de alimentos y bebidas reconocen que la pérdida y el desperdicio de alimentos son un problema importante, menos de una cuarta parte lo han incluido como prioridad en su agenda estratégica, lo que pone de manifiesto una gran brecha entre la concienciación y la acción.

La encuesta ViewPoint, realizada en 375 empresas de Europa, América y Asia, muestra que, aunque el 85 % afirma haber tomado alguna medida para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, solo el 44 % cuenta con sistemas formales para gestionarlos. Además, menos de una de cada tres empresas conoce la próxima norma ISO 20001 sobre sistemas de gestión, diseñada para orientar a las organizaciones en la minimización de la pérdida y el desperdicio de alimentos en toda la cadena de suministro.

«La pérdida y el desperdicio de alimentos representan tanto un reto para la sostenibilidad como una oportunidad comercial perdida. Nuestros hallazgos sugieren que, aunque las empresas reconocen la magnitud del problema, muchas de ellas aún se encuentran en los inicios de su camino hacia soluciones más eficaces y estructuradas a nivel sistémico», afirma Barbara Frencia, directora ejecutiva de Business Assurance en DNV.

El informe destaca la complejidad y la magnitud del problema. Las empresas citan causas múltiples y diversas, desde ineficiencias en los procesos y errores humanos hasta limitaciones en la vida útil y la sobreproducción. A pesar de ello, el 43 % cree que más del 10 % de la pérdida y el desperdicio de alimentos inevitables podrían redirigirse a otros usos, pero solo el 19 % lo está haciendo actualmente.

La pérdida y el desperdicio de alimentos se están convirtiendo cada vez más en un problema de sostenibilidad y en una preocupación financiera para la industria mundial de alimentos y bebidas. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2022 se desperdiciaron más de mil millones de toneladas de alimentos en todo el mundo, y la encuesta subraya la oportunidad colectiva —y la responsabilidad— del sector para impulsar un cambio significativo.

«Existen argumentos comerciales claros para tomar medidas decisivas contra la pérdida y el desperdicio de alimentos con el fin de reducir los costos y contribuir al mismo tiempo a alimentar al planeta. Un enfoque estructurado, datos fiables y normas basadas en las mejores prácticas son fundamentales para que las empresas puedan convertir sus intenciones en un impacto medible», concluye Frencia.

Otras conclusiones importantes incluyen:

  • Solo el 24 % de las empresas consideran la pérdida y el desperdicio de alimentos como una prioridad en su agenda;
  • el 30 % cree que solo una pequeña parte de sus residuos alimentarios es evitable, mientras que otro 28 % cree que la mayoría podría evitarse;
  • el 75 % ha integrado la pérdida y el desperdicio de alimentos en sus estrategias de sostenibilidad, pero solo el 40 % lo comunica públicamente:
  • la presentación de informes sigue siendo en su mayor parte manual, y más de la mitad de las empresas utilizan hojas de cálculo.

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Desperdicio y pérdida de alimentos en la cadena de valor

Desperdicio y pérdida de alimentos en la cadena de valor

El informe «Food loss and waste ViewPoint» (Perspectiva sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos) de DNV analiza cómo las empresas de alimentos y bebidas están abordando la pérdida y el desperdicio de alimentos a lo largo de sus cadenas de valor.